En el mundo hay tantos tipos de vinos como gustos y tantas formas de elaborarlos como enólogos. Con esta base, saber diferenciar a unos vinos de otros, es una labor fundamental para el consumidor. Dos de los tipos de vinos más comunes en España son los crianzas y los reservas ¿Qué los diferencia? Hoy vamos a responder a este pregunta.
¿Sabrías diferenciar un crianza de un reserva? ¿Enológicamente en qué se diferencian? Hoy vamos a sentarnos frente a dos copas de vino, una servida con un crianza y otra con un reserva y vamos a estudiarlas detenidamente.
El viñedo de crianzas y reservas
El proceso de elaboración de un vino comienza mucho antes de que la uva llegue a la bodega. Todo es el resultado de años de trabajo en el viñedo.
Como comprenderás no todos los viñedos son capaces de dar uvas para dar origen a un reserva, a un gran reserva o a un crianza. La edad, localización del viñedo, tratamientos, cuidado… con el que se trabaja un viñedo definen su carácter y potencial y, en base a estos parámetros, entre otros, con cada campaña de vendimia se consigue una materia prima óptima para la elaboración de un tipo de vino en concreto.
Las uvas que van a formar parte de estos vinos es tratada con mimo y sumo cuidado. La vendimia es, por lo general, manual y se transporta en cajas de pequeño tamaño a la bodega, garantizando una calidad máxima de la materia prima, principal activo de las bodegas.
Trabajo en bodega.
Una vez que llega la vendimia, en torno a los meses de septiembre u octubre (dependiendo del estado fenológico en el que se encuentre el viñedo), la uva llega a la bodega. Es ahora cuando da comienzo el proceso de vinificación.
Pero, ¿Qué distingue a un crianza de un reserva? Una de las diferencias podría ser el perfil del vino que vamos a obtener, en los crianzas predominan más los aromas varietales, mientras que en el reserva ya predominan los terciarios (de crianza).
La diferencia más conocida entre un tipo de vino y otro radica en el proceso de crianza del mismo. En los consejos reguladores de Rioja y de Ribera del Duero se establece una crianza de un total de 24 meses en el que al menos 12 han de transcurrir en barrica si hablamos de vinos categorizados como CRIANZA. En el caso de los vinos tintos RESERVA, esta crianza ha de ser de un total de 36 meses con un mínimo de 12 meses en barrica. Es decir, un tinto crianza podrá comenzar a comercializarse a partir de su tercer año de vida tras su vendimia, un tiempo que se amplía en un año si hablamos de reservas.
Es evidente que, el potencial de guarda de los vinos que se van a elaborar, es un factor muy importante, ya que, cuanto mayor crianza pasen, están llamados a ser vinos de mayor complejidad y consumo futuro.
¿Qué vino es mejor? ¿Un crianza o un reserva?
Esta clasificación de vinos en cuanto al tiempo de crianza de los mismos, no determina la calidad de los mismos, es decir, un reserva no es mejor que un crianza y un gran reserva no es mejor que un reserva… La diferencia está, por lo tanto en que nos enfrentamos a distintos tipos de vinos. De distintos procesos de vinificación se consiguen resultados distintos.
Hemos empezado este post diciendo que existen tantos tipos de vinos como gustos y con ella terminamos. Cada vino es bueno para una ocasión, para un maridaje, para un momento… Lo principal es disfrutar y aprender a entender cada copa de vino. Saber qué nos quiere transmitir el enólogo en cada sorbo, leer entre lágrimas, escuchar cada descorche… Cada botella de vino esconde mucha información y matices, en cuyo aprendizaje y lectura, se esconde el secreto del éxito de cada vino.
Te recomendamos:
No podemos dejar pasar la ocasión de recomendarte un par de vinos de cada una de estas categorías.
Si hablamos de Crianzas nos decantamos por Valdelosfrailes Crianza D.O. Cigales, un tinto que te embaucará desde el primer momento, razón por la que ya te lo hemos recomendado en otras ocasiones, así como Oinoz Crianza D.O. Rioja, que desde Bodega Carlos Moro ha conseguido grandes éxitos en todas sus añadas.
Si nos vamos a los Reservas, la selección pasa, indudablemente por Emina Reserva D.O. Ribera del Duero, un vino tinto que siempre invita a disfrutar de un sorbo más y que comparte categoría con un mítico de la Ribera, Matarromera Reserva D.O. Ribera del Duero.
¿Conocías estas diferencias? ¿Con cuál te quedas?