Está claro, no todos los vinos son iguales… Es más, debido al tipo de producción del vino, casi podemos decir que no existen dos botellas iguales. Muchas veces nos encontramos ante dos vinos aparentemente parecidos que pueden llegar a ser muy diferentes. Otras veces nos preguntamos qué hace que un vino tenga un precio y no otro. Hoy vamos a analizar alguno de los factores que hacen diferentes a dos vinos.
No todos los vinos son iguales. ¿Qué factores distinguen a dos vinos? Hoy vamos a analizar los elementos que hacen a dos vinos diferentes.
El terroir
Este es uno de los principales elementos diferenciadores de vinos y bodegas. El terroir es la combinación entre varios elementos que determinan el terreno en el que nos encontramos… La climatología, el suelo, la orientación, drenaje, altitud…
Está claro que no pueden ser iguales dos vinos elaborados con la misma uva en dos denominaciones de origen cuyas climatologías son muy distintas o cuyas condiciones de temperatura, lluvia, altitud son muy dispares… Todos estos factores condicionan el crecimiento y maduración de la uva y, por lo tanto, el resultado final.
La uva
Es un elemento a tener muy en cuenta y las razones son obvias. La uva es el principal «ingrediente» del vino. Tanto es así que el vino es, básicamente, zumo de uva fermentado. Por lo tanto, el primer elemento diferenciador de dos vinos es el tipo de uva con el que se elabora. ¿Sabes cuáles son los principales tipos de uva que se utilizan para elaborar vinos en España?
Como hemos visto en otros posts, cada denominación de origen determina los tipos de uva con los que se permite elaborar dentro de cada región. Como es lógico, en cada territorio hay variedades más comunes y más extrañas (incluso únicas). Aquellos vinos que se elaboran con uvas no permitidas por el consejo regulador no podrán llevar su sello, aunque se elaboren en territorios adscritos a él.
Tipo de vendimia
La semana pasada hablábamos sobre vendimia nocturna y vendimia diurna y también hemos apuntado diferencias entre vendimia manual y vendimia mecánica. Está claro que el tipo de vendimia determinará el futuro vino.
La selección de la uva
No todas las uvas son válidas para la elaboración de vino. En las bodegas es cada vez más común contar con sistemas de selección de uva. Los más comunes son manuales, en la recepción de uva, los operarios seleccionan los frutos que van a incorporarse al proceso.
La excelencia viene de la mano de máquinas de visión artificial que seleccionan, una a una, las uvas que cumplen con los estándares previamente establecidos.
La elaboración y crianza
Una vez que la uva ya ha llegado a la bodega, su elaboración y crianza también es determinante a la hora de establecer diferencias entre dos vinos.
Como sabemos, el vino es zumo de uva que se somete a un proceso de fermentación. Para llevarlo a cabo es necesario la incorporación de levaduras, estas pueden ser propias del viñedo o no. Como es evidente, la utilización de levaduras propias determina el carácter único e inigualable del vino.
Por otro lado, la crianza en barrica del vino también aporta carácter al vino. No todos los vinos son susceptibles de crianza en barrica. Unos tienen mayor potencial de crianza y envejecimiento que otros (este factor viene derivado, principalmente, de la uva, del viñedo). ¿Sabes por qué un vino es crianza, reserva o gran reserva?
Marca y elementos de marketing
La marca de un vino es sinónimo de personalidad. Los vinos responden elaborados por cada bodega responden a criterios y a la demanda de sus consumidores fieles. Una marca es un estilo, es fidelidad a unos determinados estándares, es carácter propio.
Muy ligado a la marca encontramos elementos como el tipo de botella, el formato, el etiquetado… Posiblemente los elementos que, más a simple vista, diferencian dos vinos.
Conclusión, ¿qué vino es el mejor?
Podemos terminar con una frase que nos encanta. El mejor vino, es el que más te gusta. Dependiendo de tu experiencia, del momento, de la compañía… Podemos encontrarnos ante un vino blanco joven o ante un gran reserva. Puede que ninguno sea mejor que otro. Simplemente hay tantos vinos como personas y momentos y la clave está en saber cómo y cuándo debemos disfrutar de cada uno de ellos.
