El mes de agosto está llegando a su fin y, mientras nos adentramos en la recta final del verano, nuestras preferencias culinarias comienzan a evolucionar. Los días calurosos se suavizan y, con ellos, nuestras preferencias culinarias se tornan más exigente. Es en estos momentos en los que comenzamos a buscar experiencias que no sean tan refrescantes y que pasen a ser algo más elaboradas e incluso, sofisticadas. Es en este contexto donde los vinos blancos fermentados en barrica se convierten en los protagonistas indiscutibles. ¿Listos para descubrir sus encantos?
Con su complejidad y estructura, los vinos blancos fermentados en barrica nos ofrecen la posibilidad de disfrutar de maridajes que elevan cualquier ocasión a un nivel superior, transformando las últimas semanas de verano en un auténtico placer gastronómicos. Sabemos que sois muchos los que os declaráis amantes de los vinos blancos fermentados en barrica, hoy os queremos dar alguna razón más de las ya conocidas para elegir un vino blanco fermentado en barrica. Además, para finalizar este post, os daremos distintas opciones de maridaje para acompañar este tipo de vinos.
Complejidad aromática
El aroma de un vino es un gran protagonista en su cata y aquí, los vinos blancos fermentados en barrica son auténticos expertos. La fermentación y posterior crianza en barrica, potencia los aromas de la variedad de uva Verdejo, aportando notas de vainilla, frutos secos, especias, que suman a sus características cítricas y herbáceas.
Cuerpo y estructura
Este atributo lo hemos mencionado en multitud de ocasiones. Es el causante de que a este tipo de vinos se les conozca como vinos blancos con alma de tintos. La madera aporta una mayor estructura en boca, lo que l hace ideal para acompañar platos más elaborados y complejos.
Versatilidad en maridaje
Directamente relacionado con el anterior. El perfil de este tipod e vinos, nos permite maridarlos con una amplia variedad de platos, desde pescados y mariscos hasta carnes y quesos muy curados.
Capacidad y potencial de guarda
Este tipo de vinos blancos fermentados en barrica son perfectos para disfrutar en su momento justo pero, es precisamente su paso por barrica, lo que los hace ideales para guardar y disfrutar pasados unos años.
Son vinos muy originales
Lejos de los típicos verdejos, estamos convencidos de que son unos grandes desconocidos. Sorprende en una reunión con amigos llevando una botella de vino blanco fermentado en barrica. Ideal para aquellos que buscan algo diferente y especial.
Y para finalizar… maridaje de los vinos blancos fermentados en barrica
Como lo prometido es deuda, hoy te proponemos un amplio listado de platos que podrás maridar perfectamente con cualquiera de nuestros vinos blancos fermentados en barrica.
- Salmón a la parrilla: perfecto para complementar la grasa natural del salmón. Sin duda un plato muy sencillo y que gusta a todo el mundo.
- Pollo al horno con hierbas: que no te de miedo maridar carne con vino blanco. Estamos convencidos de que este maridaje te va a encantar. Es muy fácil de preparar y sinónimo de éxito.
- Pulpo a la gallega: ¿a quién no le gusta el pulpo? Disfruta de lo mejor de Galicia y lo mejor de la uva Verdejo juntos en este maridaje.
- Paella de marisco: con una copa de un vino blanco fermentado en barrica conseguirás la estructura y potencia que requiere un plato de arroz como este.
- Risotto de setas: de igual manera, la cremosidad del risotto y los sabores de las setas armonizan con los matices de la barrica.
- Queso curado: más fácil y rico imposible. Prepara una tabla de quesos, da igual la potencia y la curación. Este tipo de maridajes, siempre triunfan. Puedes acompañarla de fruta fresca y frutos secos.
- Cerdo a la parrilla con salsa de manzana: aqui el sabor dulce y ácido de la manzana y la carne de cerdo se equilibra con la complejidad del vino.
- Vieiras salteadas y gambas al ajillo: el marisco es siempre un acierto, estamos ante un contraste muy interesante.
- Cordero al horno con hierbas: Las notas herbáceas y la jugosidad del cordero encuentran un maridaje perfecto en la estructura y profundidad del vino.
- Sushi de atún: La untuosidad del atún graso se armoniza con las notas tostadas y la acidez controlada del vino.
- Pasta con trufa: el vino, la pasta y la trufa sealzarán sus sabores al juntarse.
- Bacalao al pil-pil: algo tradicional que combina la suavidad y la textura del bacalao, junto con la intensidad del pil-pil.