Como cada año, la primavera nos regala uno de los espectáculos más hermosos del ciclo vegetativo de la vid. Este momento es la brotación del viñedo, en el que podemos ver los primeros brotes y las primeras hojas.
Un auténtico espectáculo para la vista que podemos disfrutar a escasos metros del viñedo. La vida ya ha comenzado a despertar en el viñedo, en algunas zonas más rápido que en otras. Como sabes, el clima es uno de los factores que más influye en el viñedo, en todos los aspectos, y la brotación es uno de ellos. La altura sobre el nivel del mar a la que se encuentran unas zonas y otras, los diferentes niveles de precipitaciones, de horas de sol, el tipo de suelo… Hay multitud de factores que influyen en el momento en el que la brotación tiene lugar.
¿Qué pasa en el viñedo en abril?
Las altas temperaturas de estos días, unido a las abundantes precipitaciones que hemos vivido en todo el país durante las últimas semanas ha propiciado un excelente estado fenológico que nos sorprende con pequeños brotes e incluso lo que se conoce como «hojas extendidas».
Tras el lloro, momento en el que la planta comienza a despertar (te recomendamos este post en el que descubrir más sobre el lloro), llega el momento de las yemas de algodón, en este punto vamos a ver en el viñedo pequeños brotes, hojas que se cierran sobre sí mismas y que están cubiertas por una especie de telina de algodón.
Poco a poco, las hojas van a seguir abriéndose y lo que ahora son pequeños brotes, se convertirán en grandes sarmientos que florecerán y darán lugar a los racimos.
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