Este verano atípico nos ha servido a muchos para descubrir una cara desconocida de nuestro propio país. Hoy nuestro viaje tiene una parada en La Espadaña. Estamos en un restaurante ideal para comer en la Ribera del Duero, famoso por su lechazo, pero que te enamorará con el resto de platos que su carta.
Estamos en Valbuena de Duero, en pleno corazón de la Denominación de Origen Ribera del Duero, en el Restaurante La Espadaña. Aquí el mimo por todos los ingredientes y la cocina de proximidad son una máxima día tras día.
Hablamos de enoturismo y nos imaginamos una visita a una bodega y la cata de sus vinos más conocidos, pero enoturismo es mucho más… Enoturismo es conocer la historia de los pueblos del vino, descubrir su flora y su fauna, su patrimonio y, por supuesto, su gastronomía. Hay una cosa que está clara y es que el vino, como mejor se disfruta, es en la mesa con una buena compañía y rodeado de viñedos.
Enamorar a través del paladar.
Hablar de gastronomía en la Ribera del Duero es hablar de lechazo asado con indicación geográfica protegida de Castilla y Léon. Si unimos estos dos factores, el resultado nos lleva, indudablemente, al Restaurante La Espadaña.
En plena Ribera del Duero, el Restaurante La Espadaña es una parada obligada que diariamente recibe visitantes interesados en sus platos y en sus vinos. El reclamo es muy sencillo, ingredientes de calidad y una cocina muy cuidada en la que cada plato es tratado como único. Todo esto maridado con un entorno único y privilegiado en el valle del Duero y algunos de los mejores vinos del país.
Cocina de proximidad
La cocina de proximidad incluye también productos de todo el territorio nacional, pero también locales. Gran parte de las frutas y verduras que se utilizan, proceden del huerto ecológico localizado a escasos metros del restaurante. Otros productos de proximidad que podrás disfrutar en este Restaurante son los ibéricos de FISAN, la Cecina de León o los quesos de Mucientes, Campoveja y la Cruz del Pobre. El pan llega cada día desde la Panadería Fernández de Peñafiel y los licores y aguardientes de ALDOR, que se elaboran en la Destilería del Duero, a escasos metros del restaurante.
Sobre todos los platos, destaca uno especialmente. Hablamos de un producto tan típico en esta zona de la Ribera del Duero como lo son sus vinos. Indudablemente nos referimos al lechazo con indicación geográfica protegida, asado según el método tradicional y que, acompañado de un vino tinto de la Ribera resulta el mejor de los maridajes. Si buscas un lugar agradable en el que comer en plena Ribera del Duero, este es el lugar.
Otro de los ingredientes básicos de la cocina de La Espadaña que, además, está presente en prácticamente todos los platos es el aceite de oliva virgen extra Oliduero, que se elabora en la almazara del mismo nombre en la villa de Medina del Campo a partir de olivos propios (parte de ellos de producción ecológica), situados en Valladolid y Zamora.
Para maridar todos y cada uno de los platos, el Restaurante La Espadaña cuenta con todos los vinos de Bodegas Familiares Matarromera en las seis denominaciones de origen en las que está presente a través de sus 10 bodegas.
Un entorno inigualable.
El entorno se antoja inmejorable. Un paraíso para el amante de los buenos vinos en el que se puede comer a escasos metros de un jardín de variedades de la vid y próximo a alguno de los mejores viñedos de la Ribera del Duero. Las instalaciones permiten disfrutar del almuerzo desde el interior del restaurante, así como desde el porche al aire libre en su terraza.
En los alrededores del Restaurante se pueden visitar varias bodegas como Matarromera, Rento o Emina (situada en el mismo complejo que el Restaurante La Espadaña). También se puede disfrutar del patrimonio histórico con el Monasterio de Santa María de Valbuena, la Iglesia de San Pelayo o el Castillo de Peñafiel. El río Duero es protagonista del patrimonio natural, siendo el principal protagonista del valle. Comer en este punto de la Ribera del Duero es una de esas visitas obligadas…
Este restaurante de la Ribera del Duero transmite la emoción de un paraje único, la magia de una zona que no entiende de prisas y donde se cocina a fuego lento como antaño. Con la dedicación de quien recibe a sus visitantes con la ilusión y hospitalidad para que pronto se conviertan en amigos de visita frecuente alrededor de una buena mesa donde el sonido de las copas se fusiona con el de las conversaciones de sobremesas reposadas y felices.
Puedes reservar mesa directamente en el teléfono 983 68 31 60 o a través de su página web.
