Hemos hablado muchas veces sobre las distintas fases de cata del vino. Visual, olfativa y gustativa. Hoy vamos a adentrarnos en el increíble mundo de los distintos aromas que podemos encontrar en una copa de vino.
La fase olfativa es una de las más importantes de la cata. A través de la nariz vamos a encontrar muchos matices muy importantes que nos van a dar mucha información del vino que estamos catando. En este post vamos a darte algunos consejos para adentrarte en esta fase.
Primero a copa parada, después agitándola.
Esta premisa es muy importante. Primero debemos oler el vino sin agitarlo, a copa parada. Posteriormente vamos a agitar la copa para poder encontrar nuevos aromas. Los catadores profesionales mueven el vino en la copa en un movimiento que parece fácil pero que no lo es tanto.
El proceso de cata debe comenzar a copa parada para poder encontrar primeros aquellos aromas más volátiles. Posteriormente, al mover la copa, aquellos componentes menos volátiles aparecerán.
¿Qué aromas vamos a encontrar?
No debemos olvidar que el vino viene de la uva, y que pasa por un proceso de crianza en roble. En base a estas dos premisas vamos a encontrar los siguientes grupos de aromas.
- Aromas de fruta: las frutas suelen traernos recuerdos frescos, a veces dulces, otras ácidos… Intenta localizar esos recuerdos y clasifícalos. Pueden ser frutas rojas, tropicales, cítricos… Dedícale tiempo a esta parte porque es fundamental. Una pequeña guía puede ser:
- Frutas negras como cereza, arándanos y moras.
- Frutas rojas como grosellas, frambuesas y fresas.
- Frutas tropicales como la piña, el mango y la guayaba.
- Fruta de árbol como el melocotón o la nectarina.
- Frutas cítricas como la naranja, el limón o el pomelo.
- Vegetales y herbáceos: la vid no deja de ser un vegetal. Los vinos también nos recuerdan al campo y así vamos a encontrar recuerdos a flores y hierbas aromáticas. Algunos ejemplos son:
- Tonos florales como flores blancas, rosa y jazmín.
- Herbáceos como hinojo, tomillo y eucalipto.
- especiados como pimienta, anís y canela.
- De la tierra: el viñedo también está presente en el vino. Algunos aromas que vamos a encontrar son los tonos minerales o la pizarra.
- Barrica: cuando el vino pasa por un proceso de crianza en barrica de roble, va a aportar distintos aromas al vino. El roble francés y el roble americano consigue distintos matices altamente valorados.
- La barrica de roble francés aporta aromas delicados que nos recuerdan a frutos secos, vainilla o miel.
- La barrica de roble americano introduce aromas como el tabaco y el chocolate.
Trabaja esta fase de cata
Como suele decirse, «a catar se aprende catando». Nuestra recomendación es catar muchos vinos, cuanto más diferentes mejor. Hazlo sin prisa, meditando bien cada aroma, cada matiz… Escribe todo aquello que encuentres en cada fase de cata. Te proponemos una prueba. Encuentra en este Pack Selección Exclusiva, tres vinos muy distintos, de terroirs muy diferentes.
