Hay un micromundo oculto en el suelo cuya interacción es tan importante como lo son las relaciones humanas. Según los expertos, hay una ‘microsociedad’ en el suelo que convive y se comunica. Uno de sus miembros son las micorrizas.
Hoy vamos a hablar de uno de estos actores denominado ‘micorriza’ y del proyecto de investigación que Bodegas Familiares Matarromera viene desarrollando desde hace tres años para conocer en profundidad a este ‘personaje’ y sus beneficios.
¿Qué son las micorrizas?
Lo que sabemos a día de hoy es que la micorriza es un hongo beneficioso que vive en el suelo y que protege a la planta de otros hongos causantes de enfermedades. Podemos decir que hace el papel de policía, expulsando del escenario a otros hongos malos como, por ejemplo, al temido pie negro. Para los científicos, estos seres establecen lo que se conoce como competencia de nicho ecológico. Resulta que existen tantas micorrizas como plantas. Viven en sus raíces y les ayudan a captar nutrientes, favoreciendo su crecimiento. Todas estas micorrizas forman un tejido en el subsuelo denominado rizosfera, en el cual se unen todas las plantas. Vamos, lo que viene siendo un club social en toda regla.
Gracias a la estrategia de las micorrizas, podemos afirmar que funcionan como un fungicida natural. Y aquí, la clave de la cuestión. Permiten mantener los suelos de forma más natural y, en definitiva, más sostenible evitando la dependencia de fungicidas y de herbicidas.
Apuesta de Bodegas Familiares Matarromera.
Fruto de nuestra apuesta por la sostenibilidad, Bodegas Familiares Matarromera viene estudiando el efecto de las micorrizas desde hace tres años. El objetivo principal es conocer su comportamiento para poder protegerlas y, en definitiva, enriquecer nuestros viñedos. El estudio se está llevando a cabo en las parcelas de Pago de las Solanas, Vermilion y Villanueva. Todas estas parcelas están en la Ribera del Duero y aún se necesita esperar un tiempo para extraer todo su potencial. Para nuestro equipo de I+D+i, cuidar del suelo es tanto o más importante como cuidar de la planta. El suelo es el origen, y todas las investigaciones sobre su desarrollo natural evitarán el uso de sustancias químicas. Gracias a las micorrizas conseguiremos productos más sostenibles y saludables.
Los expertos hablan sobre micorrizas
Hemos hablado con el Dr. Victor Vendrell, miembro de nuestro Departamento de I+D+i:
En Matarromera, como viticultores y productores de vino buscamos incrementar el rendimiento de nuestros viñedos produciendo vino de alta calidad sin comprometer la salud de la planta y el suelo que la sustenta. Las carencias nutricionales del suelo se han venido superando mediante el aporte de abonos que por su agresividad pueden comprometer la viabilidad de los suelos a largo plazo. Somos conscientes que las prácticas culturales habituales generan dependencia del suelo al aporte de fertilizantes para ser nutricionalmente competentes, a esto se añade una preocupante pérdida de la estructura de los suelos.
Las micorrizas
La aplicación de micorrizas previamente aisladas de nuestros suelos son una solución óptima ya que su actividad biológica reúne de manera única todas aquellas características que buscamos, de una parte la simbiosis con la raíz facilita el suministro de nutrientes presentes en el suelo que de otra forma la raíz por si sola sería incapaz de aprovechar, contribuye a independizar a la planta del aporte de fertilizantes químicos para su crecimiento, y su desarrollo en el subsuelo conformando una red tridimensional sólida y consistente denominada rizosfera contribuye a estructurar el suelo.
La aplicación de micorrizas seleccionadas será cada vez más, una herramienta estratégica fundamental para la sostenibilidad y salud en los viñedos de Matarromera.
Esperamos que te haya gustado este post y que hayas aprendido un poco más sobre el trabajo en el viñedo.