Como cada 8 de marzo, el mundo entero celebra a todas y cada una de las mujeres del planeta. Un merecido reconocimiento que conmemora la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad, su emancipación y su desarrollo íntegro como persona. Es por eso que hoy queremos hablar de mujeres y, por supuesto ,de vino. Hoy nos sentamos con dos mujeres, enólogas, que forman un tándem perfecto delante de una botella y una copa de tempranillo. Verónica Pareja y Marta Arias son las responsables del proceso enológico de Bodega EMINA, en Ribera del Duero, y, claro está, son mujeres.
Ser mujer en un sector casi predominantemente masculino es todo un mérito. Hoy vamos a compartir unos minutos con Verónica (Enóloga jefa de Bodega Emina Ribera del Duero) y con Marta (Adjunta de bodega en Emina Ribera del Duero). Nuestra intención es que ellas sean la voz de tantas mujeres amantes del vino que hay en todo el mundo.
Dos enólogas, dos mujeres.
Este no es un post al uso, es una pequeña entrevista que pone en valor la figura de la mujer y su lugar en el sector vitivinícola.
¿Qué supone ser mujer en un mundo casi monopolizado por hombres?
Verónica. Primero estudié ingeniero agrónomo y posteriormente enología, ambos mundos son tradicionalmente masculinos. Ser mujer en estos sectores supone enfrentarse, en muchas ocasiones, a obstáculos que no tendrías que saltar si en lugar de ser mujer fueses un hombre. En contraposición, también supone ver que, poco a poco, las cosas van cambiando y cada vez se consigue esa igualdad entre personas teniendo en cuenta su potencial, no su condición de género.
Marta. Como licenciada en enología e ingeniero técnico agrícola, te digo que cada vez hay más mujeres que forman parte de este universo de vino, muchas de ellas pertenecientes a grandes familias vitícolas con gran tradición en el sector, pero también otras que llegan al vino por vocación. Creo que este monopolio se está perdiendo un poco cada día. En este sentido, se habrá alcanzado la meta el día en el que no entendamos este sector (ni ninguno) como exclusivo de hombres o mujeres.
¿Cuándo comenzó tu pasión por el mundo del vino?
Marta. Mi pasión por el vino comenzó en el Bierzo. Esos recuerdos me llevan a los majuelos de mi abuela. Recuerdo con mucho cariño esa época, así como los meses de octubre, con la vendimia, en la que siendo muy pequeña ya pisaba la uva con los pies. El viñedo y el vino siempre han estado muy presentes en mi vida. Para mi, la enología era y es el camino.
Verónica. Mi pasión por el mundo del vino viene del amor al campo y a la naturaleza. Cada día me sorprende, me parece increíble, como podemos moldear el viñedo, para poder obtener lo mejor de cada cepa, de cada racimo… El viñedo es producto de la naturaleza, pero somos nosotros los que elaboramos vino…
¿El vino es para beberlo sola o acompañada?
Verónica. Estar sola o acompañada no es exclusa. Se puede disfrutar, de una manera u otra de una copa de vino.
Marta. Se puede disfrutar perfectamente sola de una copa de vino, aunque la compañía es el mejor de los maridajes.
Un maridaje sorprendente…
Marta. Pues hay pocas cosas más auténticas que un EMINA Crianza acompañando a un solomillo Wellington, por ejemplo. Por supuesto, una buena compañía es fundamental y propongo disfrutar de esta combinación mientras suena de fondo La Vie en Rose de Édith Piaf.
Verónica. Propongo a todos los que nos leen un maridaje a tres. Por un lado una copa de EMINA Atio, nuestro vino top de bodega EMINA en Ribera del Duero, un plato con una deliciosa tarta de queso y una lectura, el ensayo de «Todos deberíamos ser feministas».
¿Qué es lo que más te gusta del mundo del vino?
Verónica. Cada añada, cada vendimia, cada elaboración es distinta. En este sector cada día se aprende. Trabajar y moldear con el producto de la naturaleza es apasionante. La viña, la uva… no es un producto estandarizado, cada uva es diferente y, como tal, cada una requiere un trato.
Marta. Lo mejor que tiene una copa de vino es la capacidad que tiene de poder expresar un terruño, de contar una historia. Es un mundo en el que constantemente se está aprendiendo y descubriendo algo nuevo. Zonas, elaboraciones, variedades… Me encanta ver cómo esos viñedos jóvenes crecen y evolucionan y nos regalan cada año unos vinos que emocionan.
¿Qué pasos quedan por dar en este sector en materia de género?
Marta. Son muchos los pasos que quedan por dar para poder hablar de igualdad. Me quedo con que la enología es un sector en el que ya se habla en femenino. Admiro muchos vinos, y muchos de ellos están elaborados por mujeres. .
Verónica. Quedan muchos pasos por dar en materia de género en todos los sectores, no particularmente en la enología. Ser feminista es buscar esa igualdad social, política y económica de los sexos. Es sorprendente que todavía pase, pero si una pareja pide un refresco y un vino, el camarero suele ofrecerle el vino a él. Este es solamente un pequeño detalle del día a día, pero que, por desgracia, es algo muy común.
¿Qué vino EMINA recomendarías?
Verónica. De todos nuestros tintos de EMINA recomendaría EMINA Reserva, es un vino elegante, con un tanino muy sedoso. Su nariz tiene especiados, cedro, fruta del bosque, y una retronasal que nos recuerda a la fermentación maloláctica en barrica , es un vino, sin duda, para disfrutar y brindar por todas las mujeres.
Marta. La Tempranillo es increíble, es la variedad con la que más trabajamos en la bodega y cada día aprendemos de ella. Si tengo que recomendar un vino me quedaría con nuestro roble, con EMINA Pasión, es un Tempranillo sin maquillar, es 100% expresión, es el terruño. Decimos de él que es un 100% Tempranillo, y es así, literalmente.
Para terminar, un brindis…
Marta. Siempre brindo por el presente. Es el regalo que nos ha tocado vivir.
Verónica. Pues cada ocasión merece un brindis. Hoy brindo por la igualdad.