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Cinco claves para conservar el vino en casa

Cuando elegimos un vino ponemos atención a muchos factores, además, de su precio: variedad, etiqueta, lugar de procedencia, etc. Sin embargo, a la hora de conservarlo en casa lo descuidamos casi por completo.

Claves para conservar el vino

En este post te damos cinco claves para que lo guardes y no te lleves un disgusto cuando abras la botella. Si además eres de los que te gusta coleccionar, lee con detalle cada uno de los siguientes consejos:

  • Busca un rincón en el hogar con una temperatura estable y adecuada: Lo ideal es que el vino se conserve a una temperatura constante de entre 12 y 16 grados aproxidamente, es decir, queda prohibido su almacenamiento en la cocina donde la temperatura sube de forma considerable cuando cocinamos. Lo mejor sería habilitar un hueco en el garaje, trastero o habitación donde no haya sistemas de calefacción.
  • Las botellas siempre tumbadas… ¡Ojo! A excepción de los espumosos: Es importante que el vino esté siempre en contacto con el corcho para evitar que éste se seque y deje de ser hermético. Sin embargo, esta unión de vino y corcho es poco aconsejable para los vinos espumosos puesto que su contacto puede deteriorar el corcho y poner en peligro la calidad del carbónico.
  • Evitar, por todos los medios, la exposición a la luz directa: Aunque la mayoría de las botellas son de color verde oscuro como medida de protección, lo mejor es guardar nuestros vinos en armarios cerrados o en cajas. La luz es una de las grandes enemigas en la conservación de un vino.
  • Si antes nos hemos referido a la temperatura, el control de la humedad ambiental merece un enunciado aparte: El lugar debe de ser fresco con una humedad de entre un 70 y 80%. Tan malo es que el corcho de la botella llegue a secarse, como que alcance una humedad que favorezca la aparición de bacterias que lo contaminen.
  • La quinta y última recomendación tiene que ver con los olores: Aunque pueda parecer extraño, el vino es enemigo de los olores fuertes. Esto se debe a la porosidad del corcho que podría dejar trasladar al vino aromas ajenos a él y transformarlo. Una causa más para desechar de forma definitiva la cocina como lugar de almacenaje.

Lo importante es disfrutar del vino

Una última clave es que, el vino es para disfrutar de él, no para guardarlo, así que aprovecha cada ocasión para descorchar esa botella de vino y disfrutar en buena compañía de cada copa.

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