Nos encontramos en época de vendimia en diferentes zonas, pero muchos de vosotros os preguntaréis ¿Y cuándo es ese momento?
Es fundamental elegir bien dicho momento, ya que es el comienzo para lo que puede ser un buen vino. En el mismo lugar un año la vendimia puede ser algunas semanas antes que al año siguiente. No se trata de una ciencia exacta y dependerá de numerosos factores que os desvelamos a continuación.
En gran medida, ese momento de vendimia depende de la zona en la que nos encontremos. En este sentido, la climatología es esencial. Esta varía según la Denominación de Origen, e incluso en función del área de esa DO. Tenemos que tener en cuenta que, por ejemplo, Ribera del Duero la integran municipios de cuatro provincias diferentes (Burgos, Valladolid, Soria y Segovia) y la climatología no es exactamente la misma en todos esos lugares. Cuanto más altas sean las temperaturas, más rápido madurarán las uvas y cuanto más maduren y más azúcar tengan, más contenido alcohólico tendrá ese vino. No nos olvidemos que en la fermentación alcohólica el azúcar se transforma en alcohol. Hay que conocer perfectamente cómo está afectando el clima al viñedo y a la uva. A esto se añade la dificultad añadida de tener que prever la meteorología que habrá ya que si vienen unos días de mucha lluvia igual interesa intentar vendimiar todo lo antes posible o bien esperar a que pase la tormenta…
También dependerá de la variedad de uva que se vaya a vendimiar, ya que habrá algunas que, por sus características intrínsecas, maduren antes que otras.
El momento óptimo de vendimia viene determinado así mismo por el tipo de vino que el enólogo quiera diseñar y elaborar, según las características que quiere que posea el futuro vino obrará de una manera o de otra, en función de lo que desee conseguir.
En cualquier caso, es imprescindible observar, medir y analizar ciertos parámetros de las uvas cada día y en cada parcela para poder decidir de manera correcta los días que vamos a vendimiar en esos lugares. Datos como el PH, el peso, el azúcar, la acidez, el contenido polifenólico o los antocianos (que determinarán el color del vino), etc. son fundamentales para tomar decisiones que establecerán las cualidades organolépticas del vino. Por esta razón, entre otras, nunca hay dos vinos iguales…