De unos años a esta parte se han puesto muy de moda los vinos frizzantes pero no todo el mundo saben qué son! Nos vendrá muy bien, de cara al verano, conocerlos, ya que son increíblemente refrescantes por contener burbujas en su interior y beberse bien fresquitos.
Los frizzantes se caracterizan por tener algo de “aguja”, es decir, restos de carbónico. Esto es debido a que el vino se fermenta a baja temperatura y el vino no se disuelve como ocurre en el resto de vinos (los denominados “tranquilos”) sino que se conserva algo de carbónico.
Los vinos frizzantes pueden tener tapón de rosca, corona o bien tapón de corcho con bozal como el que tienen los vinos espumosos. Los vinos espumosos también tienen carbónico como los frizzantes pero son muy distintos en la forma en la que se genera este carbónico. Los vinos espumosos elaborados por el método tradicional tienen carbónico porque proceden de una fermentación en botella y una crianza mínima de nueve meses sobre las lías que han llevado a cabo la fermentación.
Los espumosos tienen mucha más presión en la botella que los frizzantes ya que los primeros tienen que tener como mínimo 4 bares de presión y por esa razón tienen una botella con un vidrio más fuerte y un cierre hermético porque sino perderían la presión.
Los frizzantes se caracterizan por ser muy frescos con una marca de acidez y azúcar residuales idóneos para estas épocas de calor, además suelen tener una graduación alcohólica menor al resto de vinos, entre los 5 y los 10 grados normalmente.
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