En el ciclo vital de la vid, se realizan labores cruciales que, aunque pasen desapercibidas para el consumidor final, definen la calidad final del vino. Una de las más importantes es la poda en verde, una práctica meticulosa que nuestros equipos de campo practican con sumo cuidado en todos los viñedos de las once bodegas de Bodegas Familiares Matarromera situados en 11 denominaciones de origen, que supone que existan algunas diferencias según la zona. Todo, para asegurar que cada botella refleje la máxima expresión de nuestro terruño y la pasión por el buen vino.
¿En qué consiste la poda en verde y por qué es tan importante?
La poda en verde suele producirse en primavera y principios de verano, durante el crecimiento activo de la planta. Este momento es clave porque la planta ya ha definido su potencial productivo y vegetativo para concentrar la energía de la planta donde más importa: en la uva. permite intervenir de forma precisa.
Se trata de una serie de ajustes precisos en la vegetación para optimizar el desarrollo de la uva. Sus principales acciones incluyen:
- Desniete: se eliminan los brotes secundarios (nietos) que nacen de las axilas de las hojas, ya que compiten por los nutrientes y sombrean los racimos.
- Deshojado: se retiran algunas hojas alrededor de los racimos para mejorar la aireación y la exposición al sol, lo que previene enfermedades y favorece la maduración.
- Aclareo de racimos: se quitan parte de los racimos en la vid, dejando solo los mejores. Esto reduce la carga de la planta, concentrando los nutrientes y aromas en los racimos restantes, mejorando así la calidad del vino final.
El objetivo principal de estas labores es equilibrar la vid. Un exceso de hojas y racimos puede agotar la planta y resultar en uvas de menor calidad. La poda en verde es, por tanto, una técnica para asegurar que la vid dedique sus recursos a producir una cantidad óptima de uva, pero de una calidad excepcional.
¿Cómo influye la región en la poda en verde?
La poda en verde es una práctica que se adapta de manera muy específica a cada región vitivinícola y viñedo, por lo que conocimiento profundo del terruño es fundamental. Y puede variar según el clima, la variedad, el tipo de suelo y el vino que se quiera elaborar:
- Clima: en regiones con más riesgo de humedad y enfermedades (como las atlánticas o con lluvias frecuentes, como en Rías Baixas), el deshojado será más intenso para mejorar la aireación. En zonas más cálidas (como Toro o Ribera del Duero), se puede buscar un equilibrio para evitar quemaduras solares en las uvas.
- Variedad de uva: cada variedad tiene un vigor y una arquitectura de crecimiento diferentes. Algunas son más productivas que otras, lo que influye en la necesidad de aclareo de racimos.
- Tipo de vino: si se busca un vino de alta concentración y complejidad, el aclareo de racimos será más severo para asegurar una uva de máxima calidad. Para vinos más frescos y ligeros, la poda en verde puede ser menos restrictiva.
- Suelo: los más fértiles pueden generar vides más vigorosas, requiriendo una poda en verde más exhaustiva para controlar el crecimiento.
La poda en verde es solo una de las múltiples prácticas que demuestran el profundo respeto y la dedicación que en Bodegas Familiares Matarromera tenemos por nuestros viñedos y nuestro firme compromiso con la calidad.