Vamos a hacer una de las cosas que más nos gustan… ¡CATAR VINO! Es posible que nunca hayas hecho una cata de vino o puede que sí. Sea cual sea tu caso, hoy vamos a hablar sobre la cata de vino y vamos a profundizar en cada una de las fases que componen este ritual.
La cata de vinos
Una cata supone poner tus sentidos al servicio del vino y dejarnos sorprender con los toques y matices que vamos a encontrar en él. La cata de vino está compuesta por tres fases: visual, olfativa y gustativa.
Hay aspectos fundamentales como, por ejemplo, tener el vino preparado y que las condiciones personales y de la sala en la que se va a efectuar la cata sean adecuadas.
Dicho esto, te invitamos a preparar una copa (transparente), a servirte un poco de vino y a empezar a disfrutar.
La fase visual
La primera fase que compone una cata de vino es la fase visual. Como es lógico, esta fase consiste en describir el vino y, más concretamente, su apariencia física, especialmente su color. Te recordamos que es fundamental agarrar siempre la copa por el tallo para no calentar el vino. Coloca la copa un poco inclinada sobre un fondo blanco y estudia aspectos como:
- Color: es el principal aspecto que vemos. Los vinos tintos tendrán colores cardenalicios, amoratados, teja, cereza, violáceos… Los vinos blancos tendrán colores pajizos, con tonos verdosos, pálidos, dorados… Por último, los vinos rosados tendrán color cereza, rosa frambuesa, salmón o rosa pálido, también conocido como piel de cebolla. Es muy común fijarse en los bordes, ya que, en este punto, los tonos pueden variar ligeramente. Suele decirse siempre que los vinos son limpios y brillantes, ya que no es común, ni está bien visto, que los vinos estén turbios.
- Capa: es en nivel de opacidad que tiene un vino y mide el punto a partir del cual se deja de ver a través del mismo. Los vinos tintos tienen una mayor capa que un vino blanco.
- Burbuja: los vinos espumosos tienen un atributo a mayores, y es que presentan un rosario de burbujas que también es positivo valorar.
La fase olfativa
En esta fase distinguimos dos partes, primero la cata a copa parada y después agitándola ligeramente. En la primera parte vamos a distinguir, al oler el vino, los aromas primarios. Una vez que hemos agitado el vino, si volvemos a oler, vamos a distinguir los aromas secundarios y terciarios. Los aromas que podemos encontrar son muchos: frutales, florales, vegetales, minerales, de levaduras y propios de la fermentación, envejecidos o propios de la crianza…
- Los primarios son aquellos que vienen determinados por la variedad.
- Los secundarios son aquellos que vienen de la fermentación.
- Los terciarios son los relativos a la crianza en barrica.
La fase gustativa
Por fin llegó la parte esperada por muchos. Es la hora de probar el vino. Lo ideal es tomar un pequeño sorbo y mantenerlo en la boca, apreciando sus atributos. Los principales sabores son dulce, salado, ácido y amargo. Lo ideal es que ninguno de los elementos que podamos encontrar sobresalga sobre el resto. Es en este punto cuando hablamos de armonía y se suele utilizar la expresión “redondo”. Tras esta fase se establece la longitud del vino, que determina la persistencia del vino en boca, una persistencia es baja si rápidamente desaparece el recuerdo. Si la sensación se mantiene durante más de 6 segundos suele decirse que la persistencia es alta.
Los sabores que podemos encontrar en el vino pueden ser muy diferentes y dependen del tipo de vino que nos encontremos. Por lo general hacen referencia a frutas más o menos maduras, vegetales, tonos herbáceos, minerales…
En este post hemos descubierto como tres sentidos (la vista, el olfato y el gusto) intervienen en la cata de vinos. Hay una teoría que nos encanta y es que el oído y el tacto también participan en este proceso. El oído interviene al descorchar y servir el vino. El tacto nos ayuda a detectar aspectos como la astringencia, que esa sensación de boca seca que algunos vinos nos suelen dejar en la boca. Nos encanta catar vinos y definir este proceso como una sensación multisensorial.
¿Has asistido a alguna cata alguna vez? Nosotros hoy te proponemos una experiencia diferente en BODEGA Emina (D.O. Rueda) en la que, además de descubrir esta bodega de Medina del Campo y la almazara Oliduero (a escasos metros de esta), podrás probar varios vinos y un aceite de oliva virgen extra (esta cata será materia de otro post). Finalizan esta visita una degustación de queso y pan artesano… La pregunta es ¿con quién vas a ir?