El apasionante y cada vez más apreciado universo de las uvas blancas, despliega su versatilidad como un gran abanico que se adapta a las distintas variedades del año a través de cuatro increíbles vinos blancos.
Desde los vinos blancos frescos que calman las cálidas tardes de verano hasta los vinos más estructurados que acompañan un aperitivo en invierno, cada variedad y cada tipo de vino aporta matices únicos. Hoy te presentamos un viaje vitivinícola en el que exploraremos cuatro variedades de uva blanca, acogidas a tres denominaciones de origen de nuestro país. Cada variedad representa a su denominación pero, además, es perfecta para una estación del año.
El vino blanco y la historia del vino
La relación entre el hombre y el vino se pierde en el horizonte de la historia. Desde las primeras elaboraciones en las antiguas civilizaciones hasta la diversidad de cepas que conocemos hoy, la uva blanca ha sido protagonista de grandes momentos históricos y de celebraciones culturales alrededor del mundo.
Por todos es conocida la anécdota protagonizada por el viejo monje, Dom Perignon, que al conseguir, casi de casualidad, los primeros vinos espumosos afirmó que se estaba bebiendo las estrellas. A partir de ahí, uvas como la Chardonnay, Sauvignon Blanc, Verdejo y Albariño son reconocidas en todo el mundo y son la materia prima de alguno de los mejores vinos del mundo.
Invierno y Treixadura: Casar de Vide
El invierno nos pide vinos que nos abriguen y reconforten y, la uva Treixadura, ofrece exactamente eso. Esta uva proviene de la D.O. Ribeiro, al igual que el vino que hemos seleccionado para esta ocasión. Casar de Vide encarna la elegancia de la uva Treixadura en un vino con el que te sentirás como en casa. Este vino blanco revela notas frutales y florales. Su fermentación controlada resalta su frescura, convirtiéndolo en el compañero perfecto de platos invernales como una caldereta de marisco o un guiso suave.
Primavera y Sauvignon Blanc: Melior de Matarromera
Con la llegada de la primavera, anhelamos vinos que reflejan la vitalidad y energía de esta estación. La uva Sauvinon es conocida, además, pro su carácter herbáceo y floral, atributos que se manifiestan perfectamente en vinos como Melior de Matarromera Sauvignon Blanc. Este vino es perfecto para disfrutar de pescados al horno y a la brasa, pero también con las primeras ensaladas templadas de la temporada.
Verano y la uva Verdejo: Emina Verdejo fermentado en Barrica
Si existe una uva famosa en Castilla, esa es la uva de la variedad Verdejo. En los días cálidos de verano, esta uva se convierte en la estrella. Para esta variedad de uva hemos elegido Emina Verdejo Fermentado en Barrica. Este vino, como su propio nombre indica, pasa pro una fermentación controlada en barricas de roble que le aporta una complejidad sorprendente. Acompaña perfectamente platos ligeros, todo tipo de entrantes, quesos, embutidos suaves, parrilladas de verdura… La lista no tiene fin ya que es perfeto hasta para beberlo maridando una buena conversación a la luz de la luna.
Otoño y Albariño: Viña Caeira
La llegada del otoño y la época de vendimia es perfecta para disfrutar vinos de la variedad Albariño, que capturan la esencia de esta estación. Viña Caeira es un vino blanco albariño excepcional que destaca por su frescura y acidez equilibrada. Sus notas frutales y florales se complementan con la paleta de sabores y colores otoñales. Una deliciosa empanada gallega y todo tipo de mariscos son perfectos para este tipo de vinos.
Explorar las estaciones del año a través de estas variedades de uva es una experiencia única. Cada copa nos transporta a un momento y lugar específico, creando recuerdos que perduran en cada sorbo. ¡Salud a la diversidad del vino blanco y a las emociones que nos brinda en cada estación!