Cuánto tiempo debemos guardar esa botella de vino en casa hasta abrirla y disfrutarla es la gran incógnita de la mayoría de los wine lovers.
Hemos de resaltar que un vino cuando sale de la bodega está listo para ser consumido, es decir, ya ha pasado la correspondiente crianza, tanto en barrica como en botella, por lo que no es estrictamente necesario esperar un tiempo para consumirlo. Sí que es verdad que los vinos evolucionan y, dependiendo de muchos factores, lo harán de mejor o peor manera. Aquí os contamos algunos de esos condicionantes así como el tiempo máximo de guarda para que al abrirlo lo encontremos en su mejor momento, tanto en color, aroma, sabor…
Hay personas a las que le gusta esperar y arriesgarse, otras que buscan la “ocasión especial”, que aquí hemos llamado Momento Wanawine.
y otras que lo dejan en el olvido hasta que un día nos acordamos y nos preguntamos… ¿qué tal estará este vino?
Por supuesto, la manera de conservar ese vino en casa es esencial. Si no lo guardamos en las condiciones adecuadas pondremos en peligro la correcta evolución del mismo y nos arriesgaremos a recibir alguna sorpresa y decepción al abrirlo.
Lee estos consejos para conservar bien tus vinos.
La variedad de uva con la que se haya elaborado el vino es tremendamente importante, ya que hay algunas uvas más resistentes que otras en este sentido. Entre las variedades de uva tinta que permiten mayor longevidad en los vinos con los que se elaboran se encuentran Tempranillo y Tinta de Toro. Y en cuanto a las variedades de uva blanca podemos destacar Verdejo, Chardonnay y Albariño entre las que más aguantan para vinos blancos fermentados en barrica.
Los vinos jóvenes, ya sean blancos, rosados o tintos, se recomienda sean consumidos preferentemente en un año. Estos vinos suelen llevar tapones de silicona. Los que podrán ser conservados durante más tiempo son los que tienen tapones de corcho y han descansado tiempo en barrica, es decir, dependerá también mucho del tipo de vino.
Aquí debemos diferenciar los robles y semicrianzas, de los crianzas, reservas y grandes reservas. Será importante tener en cuenta el tipo de barrica (las barricas de roble francés se suelen utilizar para crianzas más largas que las de roble americano) y del tiempo de permanencia en barrica: los robles o semicrianzas podrán durar como máximo un año y medio o dos en óptimas condiciones, los crianzas entre 4 y 8 años, los reservas hasta 10 años y los grandes reservas entre 10 y 15 años.
También es importante el formato de la botella, ya que en estos temas el tamaño sí importa. Los vinos conservados en botellas de formatos más grandes son más longevos ya que la micro oxigenación es más lenta (no aumenta tanto el tamaño del cuello y el corcho en proporción con el contenido).
Como veis, la decisión de abrir una botella o esperar es atrevida, forma parte de la preciosa tradición del vino y en ella estará nuestro espíritu de probar, de conocer, de arriesgarnos, de crear esos Momentos Wanawine y de disfrutar. ¡Salud!