Llegados a este punto, tenemos claro que el viñedo no son sólo el origen de grandes vinos, sino que también es una fuente de biodiversidad, ya que también es el hogar de muchos animales y plantas.
Convencidos de que en la biodiversidad está el éxito de ciclo de la vida, hoy analizamos nuestros viñedos desde un punto de vista algo «diferente».
Los pequeños amigos del viñedo
En nuestros viñedos encontramos muchas especies de artrópodos: insectos y arácnidos, llamados así por sus patas articuladas. Entre ellas se incluyen muchas plagas, pero otras desempeñan un papel importante en el funcionamiento de los ecosistemas y contribuyen a importantes funciones ecológicas. Por ejemplo, actúan como depredadores o parásitos de muchas plagas de otros insectos perjudiciales para el viñedo.
Como muestra la imagen de este post, en el viñedo podemos encontrar mariquitas. Las mariquitas se alimentan de pulgones, insectos chupadores de savia y otros ácaros que pueden ser plagas en su viñedo. Otro ejemplo son las crisopas verdes. Estas son insectos caracterizados por tener alas anchas con raíces de encaje. Sus larvas comen huevos y crías de ácaros, y los adultos también pueden comer otros insectos dañinos.
También algunos insectos de la familia de las avispas son parásitas. Los adultos luchan muy eficazmente poniendo huevos dentro de las larvas de otros insectos y tragándolos desde el interior cuando las larvas eclosionan. Otros son depredadores de huevos de insectos como algunas especies de moscas (dípteros), parásitos de polillas y algunas larvas de cochinillas. Las libélulas, los caballitos del diablo, sus primos más pequeños y delicados, son grandes depredadores en sus etapas adulta y larvaria. Los adultos se alimentan de una variedad de insectos terrestres. Se asocian comúnmente con cursos de aguas y sirven como indicadores ambientales porque no toleran la contaminación.
Los chiches conocidos así por el mal olor que desprenden algunos al ser molestados, son más conocidos por acusar algunas plagas pero algunas especies sin embargo, son depredadores, por lo tanto tienen interés especial para el viñedo. Son depredadores muy voraces llegando incluso a canibalizarse unos a otros cuando no hay otros alimentos disponibles.
Las arañas son el grupo más diverso después de los ácaros y contribuyen al control eficaz de una variedad de plagas. Por ejemplo, algunas arañas que tejen telas son carnívoros que comen muchos insectos voladores atrapados en sus telas. También hay arañas saltadoras y cazadoras que son muy efectivas en el control de plagas. Otros arácnidos, como los opiliones, parecidos a las arañas pero tienen con cuerpos más redondos y patas muy largas, se alimentan de pequeños insectos, pero algunas especies también pueden comer materia en descomposición y hongos. También podemos encontrar escorpiones, depredadores que se alimentan de insectos y también de otros arácnidos, más difíciles de ver ya que son de hábitos nocturnos y se esconden durante el día en lugares resguardados.
Conclusión
El viñedo forma parte de la naturaleza. En España hay aproximadamente 1.000.000 de hectáreas plantadas de viñedo, de las cuales, aproximadamente el 97% se encuentra amparado por alguna denominación de origen. Salvaguardar el estado natural del viñedo, así como su biodiversidad es una parte fundamental del cuidado del viñedo. Como suele decirse, la naturaleza es muy sabia y en muchas ocasiones es capaz de resolver por si misma muchos problemas de los que nosotros, como espectadores, prácticamente no somos conscientes.
Nuestros viñedos cuentan con hoteles de insectos en colaboración con AllTech Crop Science para favorecer esta biodiversidad en nuestros viñedos. Matarromera ha sido seleccionada por Alltech Crop Science para participar en el clúster CIMA que trabajará sobre el futuro de la agricultura y la incorporación de prácticas agrícolas más sostenibles.