Bueno, puede que te haya sorprendido leer esta pregunta porque es posible que no sepas que existen distintos tipos de sacacorchos, pero estamos convencidos de que cuando termines de leer este post vas a darte cuenta de que has visto, o incluso, has tenido en tus manos más de un modelo diferente. Bienvenido, bienvenida, al apasionante mundo de los sacacorchos.
Abrir una botella de vino puede ser más o menos fácil. Seguramente hayas visto hasta ese video de YouTube en el que alguien abría una botella de vino con un zapato dándole golpes contra una pared… Está claro que formas hay miles, pero no siempre son del todo correctas. El método más tradicional y básico, conocido por todos, para abrir una botella es, nada más y nada menos que, utilizando un sacacorchos. ¿Sabías que existen varios tipos de sacacorchos?
El primer sacacorchos…
Corría el siglo XVII cuando un tal Samuel Henshall patentó el famoso sacacorchos en forma de T en el que, agarranzo una pieza (generalmente de madera) se hacía girar una espiral (generalmente de acero) que se iba introduciendo poco a poco en el corcho, posteriormente tirando de él el corcho salía de la botella. Esta patente es la base de la gran mayoría de sacacorchos existentes, pero vamos a descubrir que no es la única. Vamos a ver qué tipos de corchos existen.
Sacacorchos en forma de T
Como acabamos de decir, es el sacacorchos más básico, el primero… Requiere de mucha fuerza y la verdad es que su uso no es muy sencillo, por lo que está prácticamente en desuso. Seguro que lo has visto en más de una ocasión.
Sacacorchos de rosca
Basado en el anterior pero con una pequeña ayuda, el sacacorchos de rosca tiene una pieza que hace resistencia contra el cuello de la botella y, a medida que sigue girando la rosca y se adentra en el corcho, esa fuerza contraria consigue que el corcho vaya saliendo y posibilitando la apertura de la botella.
Sacacorchos de dos tiempos
Es el más común y más extendido por todo el mundo. Tiene un sistema de palaca más sencillo que el anterior, basado en dos tiempos (de ahí su nombre). Debido a que es fácilmente manejable y que el espacio que ocupa es considerablemente inferior al de rosca, su uso se ha generalizado y es, hoy en día, uno de los sacacorchos más utilizados.
Sacacorchos de láminas
El más diferente y, curiosamente, el único que no se basa en una espiral. Suele utilizarse en vinos de gran crianza, ya que, al no perforar el corcho, hay menos peligro de que este termine dentro de la botella. Su uso no es precisamente sencillo, por lo que conviene tener algo de maña y práctica. Posee dos láminas metálicas que se introducen entre el corcho y la botella y así poder extraer el corcho entero.
Otros sacacorchos
No te vamos a engañar, existen otros sacacorchos automáticos, de palanca, de aire comprimido o incluso con pilas que también abren botellas, pero creemos que el romanticismo y tradicional de estos sacacorchos son parte del ritual de apertura de una botella, por lo que son los que te recomendamos para abrir tus botellas.
¿Conocías todos estos modelos? ¿Cuál no?