Se acercan las fechas navideñas y con ellas se multiplican los planes: comidas y cenas familiares, brindis con los amigos, decorar un poquito la casa, realizar esas compras, amigos invisibles, expresar tus mejores deseos… Diciembre es un mes vertiginoso a la vez que emocionante, pero a veces nos atascamos en una idea, una preocupación, una duda que seguramente tiene fácil solución: ¿Qué le regalo?
En ocasiones tenemos poco tiempo para pensarlo bien, vamos a lo fácil, a lo cómodo, algo que no suponga mucho riesgo, algo que se pueda cambiar y ya está. Pero, ¿y si te decimos que los mejores regalos son los que se comparten? Esos que forman parte e incluso crean momentos, esos que se disfrutan con gente querida y tú puedes decidir con quién, esos que cuando se dan van seguidos de un abrazo que te dicen “pasa, estás en tu casa”, esos regalos que nada más abrir escuchan un “¿cuándo lo abrimos?” Nos referimos a los vinos, esos que puedes llevar a cualquier sitio para disfrutarlos o bien dejar en casa deseando y esperando ese momento.
Y hay muchos tipos de vinos, tantos como tipos de personas aunque si bien es cierto que a una persona le pueden gustar muchos tipos de vinos (aquellos que no pueden faltar en nuestra bodega), que hay vinos que gustan a todas las personas y que cada ocasión pide a gritos un tipo de vino u otro… En este sentido, si quieres regalar más de una botella lo ideal es comprar un lote distintos tipos de vino que se podrán escoger según el momento (crianzas, reservas, grandes reservas…).
Hay muchos factores que determinarán qué vino elegirás pero en cambio no hay muchos vinos con lo que sabes que no te equivocarás…tú decides con quién compartirlo…Feliz Diciembre!
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