Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

¿El tamaño de la botella de vino importa?

Es frecuente que veamos en algunos bares, restaurantes o tiendas especializadas, botellones de vino enormes, no por ello el vino tiene que ser mejor o peor pero tendremos que tener en cuenta una serie de factores que pueden hacer que ese tamaño de botella importe.
El tamaño estándar de una botella de vino es de 75 cl., el siguiente y el segundo más frecuente es el Mágnum que es 1,5 litros, equivalente a dos botellas de vino. Hay muchos más tamaños a partir de ahí, de curiosos nombres bíblicos como: Jeroboam o Doble Magnum (3 L.), Rehoboam (4,5 L.), Imperial o Mathusalem (6 L.), Salmanzar (9 L.), Baltasar (12 L.), Nabuconodosor (15 L.), Solomon (20 L.)…
Por supuesto, a mayor tamaño de botella, más costoso será el abrirla y servirla pero también más despacio será la evolución del vino en su interior, ya que el tamaño del cuello de la botella y del corcho no aumenta en proporción al aumento de volumen y hace más lenta la micro oxigenación. Por ello, los vinos en botellas de formatos grandes son más longevos, que el mismo vino en botella de formato más pequeño, habiendo tenido ambos la misma conservación.
Esto hace que haya diferencias entre ambos vinos, al haber evolucionado de diferente manera, generarán distintas sensaciones olfativas y gustativas. Si lo que queremos es que todos los comensales beban exactamente el mismo vino, lo ideal sería llevar una sola botella de vino con un formato adecuado para todos.
A pesar de lo que podamos pensar, no es más económico comprar una botella más grande ya que aunque pueda ser menos costoso en cuanto a materiales, lo es mucho más por el proceso, no solo porque es un producto poco extendido sino también porque estos formatos suelen realizarse para vinos de cierta calidad.
En todo caso, será muy valorado por el resto de comensales llevar una botella de un tamaño grande a una cena de varias personas, sorprenderás y todos podréis disfrutar de lo mismo.

Deja un comentario

0.0/5