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Tipos de botellas de vino

Existen diferentes tipos de botellas de vino según su forma, tamaño y color. Antiguamente se conservaba esta bebida en ánforas de barro, barriles de madera o incluso tripas de animales pero a partir del siglo XVII se comenzó a utilizar el vidrio para conservar, transportar y comercializar el vino.

La mayoría de los tipos de botellas tienen un nombre según su ciudad de origen. La forma más típica que se suele encontrar en la mayoría de las botellas de vino es la bordelesa, que procede de Burdeos, pero también la borgoñona (de Borgoña), la de Rhin o la de Champagne o Cava. Las menos utilizadas son las de Franconia o la Jerezana. El estilo o la forma lo determinarán varios factores como el tipo de vino, ya que en algunos casos es importante una forma u otra para el buen desarrollo del mismo, o el tipo de público al que va dirigido, es decir, a qué mercados va destinado ese vino en concreto.

CLASIFICACION BOTELLAS DE VINO

La botella estándar tiene una capacidad de 75 centilitros (750 ml.), es la más común y equivale a tres cuartos de litro, esta medida procede de varios hechos: los romanos utilizaban una unidad de medida de 700 cm3 como ración diaria para el consumo del vino, los sopladores de botellas en Europa podían realizar los recipientes de 700 a 800 cm3 sin necesidad de volver a soplar otra vez y 750cm3 era la quinta parte del galón inglés que era la medida más aceptada en el comercio internacional en la Europa medieval y  en los años 70 en un tratado internacional que firmaron las grandes potencias mundiales esa fue la medida establecida.

Posteriormente, se han ido creando otros tamaños con la curiosidad de que las botellas de más de tres litros tienen nombres bíblicos, aunque la más utilizada después de la de 75cl. es el magnum de 1.5 l., aquí tenemos que recordar  que el tamaño de la botella de vino importa en el envejecimiento y conservación del vino ya que permitirá una evolución más lenta del mismo.

El color del vidrio también es importante ya que su transparencia u opacidad permitirá menor o mayor protección a la luz y al sol. De esta forma, los vidrios traslúcidos o claros se suelen utilizar para vinos jóvenes para consumir en un año como los blancos o rosados jóvenes, además así se puede apreciar su color. Por el contrario, las botellas de vidrio oscuro (verde, negro, azul…) permitirán conservar mejor los vinos tintos, sobre todo si son de guarda.

 

 

 

 

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